Educación
Ciencia y Tecnología
Científica de Las Termas trabaja en la Universidad de Nueva York

Su etapa en Rosario
María Marcela Cameranesi nació en La Banda,
pero creció en Las Termas. Cursó sus estudios primarios en la Escuela Fuerzas
Armadas N° 673 y el nivel secundario en la Escuela de Comercio Ramón Gomes
Cornet.
Su primer acercamiento y contacto con la
ciencia lo tuvo cuando tenía 11 años. “Desde chica siempre me gustó leer,
observar, era muy curiosa –contó- y en 6° grado con la señorita de tecnología
María Inés Campos, participamos en la Feria de la Ciencia y la Tecnología.
Nuestro proyecto ganó la instancia zonal y provincial, y fuimos invitados a
participar en la instancia nacional en Río Gallegos, Santa Cruz. Ahí fueron mis
inicios”.
En la secundaria, con los profesores Kreim y Cristina
Saavedra, descubrió la biología, la física. “Aunque iba a una escuela con una
orientación comercial –aclaró- lo que me apasionaba era la biología, así que
cuando terminé esta etapa decidí estudiar Bioquímica”.
Tucumán
“No fue nada fácil la decisión de ir a la
Universidad, no porque me faltara entusiasmo o decisión, sino por lo complicado
en lo económico que era, y que sigue siendo, para un termeño, ir a estudiar a
otra provincia” recordó.
A pesar del contexto (año 2004) y de las
dificultades financieras, su familia, sus amigas (Paulina, Guadalupe Amaya y
sus abuelos) la ayudaron a seguir adelante. Además, por sus buenas notas en la
secundaria y por mantener su desempeño en la universidad, obtuvo una beca del
Programa Nacional de Becas Universitarias que significó una gran ayuda
económica para poder afrontar los gastos que tenía.
En la Universidad Nacional de Tucumán,
descubrió la carrera de Licenciatura en Biotecnología. “Comencé haciendo
bioquímica pero como los primeros dos años compartía el ciclo básico con biotecnología,
me pasé a esa carrera porque complementaba lo que me apasionaba: la biología y
la tecnología”.
Santa Fe
Luego de años de estudio, en el 2013 obtuvo su
título universitario. “Con el título de licenciada, decidí que quería hacer un
Doctorado, ósea orientarme a la investigación, ya que la carrera en Tucumán
estaba más orientada a la industria –siguió-. “Me presenté a un concurso (bolsa
de becas) de la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica que
ofrecía una lugar para hacer investigación en la Universidad Nacional de
Rosario y que también pertenecía al Consejo Nacional de Investigaciones
Científicas y Técnicas (CONICET), que es el principal organismo dedicado a la
promoción de la ciencia y la tecnología en Argentina. Ahí, me anoté en la
carrera de Doctorado en Ciencias Biológicas y realicé mi doctorado (5 años)
becada por la ANPCyT y luego por CONICET”.
En esta Casa de Estudios de la provincia de
Santa Fe, se dedicó a la investigación de los microorganismos hospitalarios que
se vuelven resistentes a los antibióticos, por el mal uso de los fármacos, y
por la rapidez con que evolucionan estas bacterias. “Como el proyecto de
investigación podía continuar, después de doctorarme, me postulé para hacer un
postdoctorado en el mismo laboratorio, y fui becada por dos años más por
CONICET” agregó.
Por las limitaciones de recursos y de
infraestructura que encontró en los últimos años, como otros científicos a lo
largo de la historia Argentina, decidió buscar otros rumbos para seguir
creciendo. “Es difícil porque sabes que vas a sufrir el desarraigo, pero también
que vas a encontrar nuevas tecnologías, herramientas” reflexionó.
Estados Unidos
Luego de enviar cartas a investigadores de
universidades de Estados Unidos e Inglaterra, recibió una respuesta desde Nueva
York. “El proceso de selección no fue fácil: duró alrededor de 3 meses, fueron
3 entrevistas y en la última, invitada por ellos, tuve que dar una seminario”.
Al terminar este proceso, consiguió una oferta
laboral en la universidad de Nueva York. “Formo parte el Departamento de
Bioquímica y Farmacología Molecular, y sigo en la batalla de estudiar a las
bacterias resistentes a antibióticos; con una búsqueda más orientada al
desarrollo de nuevas drogas, o bien compuestos, que puedan contribuir a los
tratamientos empleados en las clínicas contra las infecciones causadas por
estas bacterias” describió.
Desde Norteamérica, la Doctora en Ciencias
Biológicas, resume y reflexiona: “Nada de esto hubiera sido posible sin la
educación pública y gratuita de excelencia que ofrece nuestro país, sin CONICET
brindando las becas para que uno pueda dedicarse a hacer investigación y por
supuesto al apoyo de mi familia, Ignacio, mi compañero de vida, y los amigos
que son el sustento emocional para afrontar cada paso que uno da en la vida”.
“Un sueño, un ideal, es que nuestro país logre
entender lo esencial de apoyar económicamente la educación, la salud, la
ciencia y la cultura, que son los pilares fundamentales para el desarrollo de
un país”.