Provinciales
Salud
“Trabajamos para revertir las condiciones de desigualdad y violencia”
Por: Eduardo Carrizo
"Tenemos que tener el compromiso y la responsabilidad como Estado de intervenir rápidamente para evitar situaciones de mayor sufrimiento de las personas que las atraviesan"
En diálogo con Voces de Río
Hondo, contó: “El objetivo de esta visita fue fortalecer el trabajo que estamos
haciendo con la provincia en el marco del plan de políticas de géneros y
diversidad en salud pública. Para resumir, los ejes de este trabajo tienen que
ver con la implementación de la Ley Micaela, la transversalidad de géneros y
diversidad, la ley de identidad de género y la ley de protección de violencias
por motivos de género.
“Entre otras tareas- detalló- realizamos
un taller de sensibilización para equipos de salud de distintos efectores sobre
niñeces y adolescencias trans, travestis y no binaries, y presentamos el manual
clínico para la atención de situaciones de violencia por motivos de género en
el sistema de salud”.
V.R: ¿Qué realidades encontraron en Santiago del Estero?
C.C: La verdad es que la
provincia tiene asumida esta agenda con mucho compromiso. De hecho en julio
firmamos un convenio con el gobernador para la implementación del programa 1000
días, así que es un lugar que viene avanzando muy fuerte, y que además viene
con hitos novedosos como el Consultorio Inclusivo en el Hospital Independencia,
la posibilidad de realizar cirugías de modificación corporal, mucho trabajo en
lo que hace a parto respetado, y el
abordaje de situaciones de violencia con el programa Acercar Derechos. La verdad
que falta mucho pero es muy importante todo lo que la provincia viene haciendo.
V.R: Durante la presentación se refirió a una encuesta nacional en la
que también participaron mujeres santiagueñas.
C.C: En el año 2020, el Ministerio
de las Mujeres junto con “Iniciativa Spotlight” hicieron una encuesta con más
de 12 mil mujeres que estaban en relaciones heterosexuales y les consultaron
por violencias psicológicas, físicas, económicas y patrimoniales que hayan
sufrido, y lo que marca el estudio es que Santiago del Estero tiene un nivel de
prevalencia de un 37,5% y está anteúltima entre las 12 provincias impactadas
por el estudio. Y ese número da cuenta de cómo se van aceitando los mecanismos
y abordajes de las violencias. Igual, cualquier número, por mínimo que sea, es
para atender y marcarnos todo lo que falta. Pero se viene haciendo un trabajo
muy fuerte en la provincia, un trabajo muy importante en la prevención y en la atención.
V.R: A pesar de los programas de ayuda que existen, en Las Termas, que
es una ciudad turística importante de la provincia y del Norte Argentina, se observan chicas trans trabajando nuevamente en
las calles.
C.C: La pandemia ha alterado la
vida cotidiana. Y recuperar o revertir lo que han sido los efectos negativos a
nivel social es algo que hay que continuar trabajando muy de cerca. En relación
a la población LGBTIQ, desde el Ministerio de Salud y el Ministerio de las Mujeres y las direcciones provinciales, se trabaja para el acceso a la salud, está la ley de cupo
que busca generar inclusión y permanencia laboral, y que puedan tener otras
trayectorias y expectativas de vida porque recordemos que es una población que
tiene una expectativa de vida de 35 años y es un número que hay que revertir. Y
desde salud consideramos que trabajar como estamos trabajando en una línea estratégica
de abordaje a la salud de niñeces trans, travestis y no binaries, es una línea que implica que el
sistema escucha y acompaña a esas vivencias y personas y poder revertir esa
expectativa de vida, y que sean personas alojadas, escuchadas, en su proceso y
su deseo, y que no sean expulsadas del hogar, de la educación, del mundo
laboral.
V.R: ¿Cuál es la importancia del manual que se presentó?
C.C: El Manual Clínico de
Atención Integral en Salud a las violencias por motivos de género es la primera
co-publicación entre la Organización Panamericana de la Salud y el Ministerio
de Salud de la Nación, es un material que lo pensamos como una herramienta de
trabajo, como un dispositivo de gestión que nos va a obligar a establecer un diálogo
en el abordaje de las violencias con los otros sectores como justicia y
seguridad, educación, direcciones de género, con todas instituciones y sistemas
donde la violencia llega, y tenemos que tener el compromiso y la
responsabilidad como Estado de intervenir rápidamente para evitar situaciones
de mayor sufrimiento de las personas que las atraviesan.
V.R: En la presentación conto que una mamá les dijo: “yo puedo
acompañar la transición de mi hije, pero no puedo acompañar la transición de
toda la sociedad”. ¿Qué significa esto?
C.C: En el taller de sensibilización de niñeces y adolescencias trans había una mamá que nos dijo: “yo puedo acompañar la transición de mi hije, pero no puedo acompañar la transición de toda la sociedad”, y lo que nos estaba marcando es la urgencia que requiere revertir las condiciones de desigualdad y violencia que tenemos en el sistema y en la sociedad, con la mayor celeridad, lucidez e inteligencia posible y, como decía la Ministra de Salud de la Provincia Natividad Nassif, también desde el hacer, no desde atrás de los escritorios, sino desde el hacer concreto en el territorio junto a las organizaciones.