Sociales
Distancias
Historias de pandemia en Las Termas
Por: Eduardo Carrizo
"Queremos que tenga una infancia linda, sin tanto contacto con la tecnología"
“Ellos son mi
esposo, Daniel Olave (27) y mi hija Martina Olave (4) –comenzó-. Nosotros
vivimos en Tucumán, pero el 16 de marzo, cuando comenzó la cuarentena,
decidimos que mi esposo viniera a Las Termas con nuestra hija a la casa de su
abuela porque yo trabajo como enfermera y allá iba a tener que estar encerrada”.
“A ella le gusta estar en contacto con la naturaleza,
entonces consideramos que le iba a hacer mejor emocionalmente estar en Las
Termas. Desde hace 5 meses que no veo a mi hija y es algo difícil. A veces me
desespero y me dan ganas de renunciar y venirme pero tengo miedo de que no me
dejen pasar y quedarme en el peaje. Ya pasó mucho tiempo y me da vértigo pensar
que esta situación se puede llegar a extender”.
“La foto que publicaste me llenó de emoción, porque sé
que su padre hace lo mejor para ella. Desde chica viene, le gusta andar en
bicicleta, ir a la costanera, al dique, pescar, con la arena hizo una caja y un
arenero para los cangrejos, se sube a los árboles. Con él hacen las tareas del
hogar, del jardín, queremos que tenga una infancia linda, sin tanto contacto
con la tecnología”.
A veces vamos caminando sin poder desconectarnos del
celular o de nuestros problemas, preocupaciones, y no prestamos atención a la
poesía, la belleza, los milagros, que suceden a nuestro alrededor.
Esa tarde pude prestar atención y captar esa imagen
que me llevó a conocer esta historia de una joven familia, de sacrificios,
otras formas de crianza, y la inocencia en pandemia.
“Si de algo me deja segura está foto es que como cada tarde, ir al río es una forma que tiene él de hacerle menos angustiante la situación que la aleja de mí, su mamá”.